Hoy hablaremos de uno de los mitos con mayor credibilidad y sin duda, uno de los que te hace más pobre cada día.
Por Robert Kiyosaki
Querido lector,
¿Cuántas veces escuchaste a los “expertos” financieros decir: «tu casa es tu mayor activo»? Seguramente muchas.
Una de las verdades que plasmé en Padre Rico, Padre Pobre, es que tu casa es un pasivo.
Hice hincapié en que son caras y que no siempre ganan valor.
En el libro escribí lo siguiente: «no estoy diciendo que no compres una casa. Mi punto es que debes entender la diferencia entre un activo y un pasivo… Cuando quiero una casa más grande, primero compro activos que generarán el flujo de ingresos necesario para luego adquirir la vivienda en cuestión».
Al decir esto, sacudí el avispero. Los autodenominados expertos me criticaron.
Para entonces, el mercado inmobiliario se estaba disparando. Todos me llamaban contrario, y que mi intención con mi postura era únicamente vender libros. Luego, llegó 2008 y después de una de las peores crisis inmobiliarias de la historia de Estados Unidos, ya nadie se reía de mis palabras.
Este es el sexto mito de la lista de engaños identificados por mi Padre Rico, sobre los que venimos hablando en los últimos días.
Hoy, te contaré acerca de uno de los más grandes (al menos en tamaño): “tu casa es un activo”.
Dinero entra, dinero sale
Tanto un planificador financiero, como los agentes de bienes raíces y los contadores se refieren a las viviendas como activos.
Pero en realidad, un activo es algo que genera dinero y lo pone en tu bolsillo.
Si tienes una casa en alquiler, entonces sí es un activo. Si tienes una casa, ya sea comprada o no, en la que vives, entonces no puede ser un activo.
En lugar de ingresar dinero a tu bolsillo por ella, el dinero sale.
Esa es la definición de un pasivo.
Esto es doblemente cierto si aún no eres propietario. Entonces es el activo del banco, está trabajando para ellos y tú no estás ganando nada con ello.
Entonces, ¿qué es un activo?
En términos comerciales, los activos son tus pros y los pasivos son tus contras. Necesitas activos para compensar tus pasivos.
Una vez que te alejas de los mitos establecidos por los ricos y que están tan arraigados en la sociedad, es más fácil pensar en esos términos, es decir, pensar como un empresario.
Pero, ¿qué son exactamente los activos?
Una definición simple de un activo es como dijimos antes, algo que genera dinero y lo pone en tu bolsillo o tu cuenta.
Esto se logra a través de cuatro categorías diferentes, y el real estate constituye una de ellas. No me refiero a tu vivienda que, repito nuevamente, es un pasivo.
Me refiero a una inversión en bienes raíces, que es una gran inversión porque lleva dinero a tus bolsillos todos los meses, a través de un alquiler.
Entonces, los restantes tres tipos de activos fundamentales son:
– Negocios
– Activos en papel
– Y los commodities.
Si eres empresario o propietario de un negocio, tu negocio es un activo.
Los activos de papel son acciones, bonos, fondos mutuos, etc.
Y los commodities básicos incluyen oro, plata y cualquier otro recurso físico como el petróleo y el gas.
Mi esposa y yo comenzamos a ganar nuestro dinero en bienes raíces, poniendo nuestro dinero a trabajar en propiedades que podíamos alquilar para percibir rendimientos constantes. Después de eso, nos diversificamos, por lo que actualmente tenemos algo de dinero en todas estos cuatro tipos de activos.
Cuando un asesor te dice que te diversifiques en, digamos, fondos mutuos y acciones de diverso alcance…
Eso no es realmente diversificarse. Porque si el mercado se desploma, te ves afectado sin importar en qué fondo mutuo o acción estés posicionado.